Como si se tratara de un relevo entre revistas, Hispania publicó otra tira de cuatro imágenes cómicas, en este caso teniendo como protagonistas a los pilotos de un tándem. Se mostraba el mismo modelo de la compañía gladiator sobre el que Casas y Romeu protagonizaron la famosa obra colgada en una de las principales paredes de Els Quatre Gats de la calle Montsió.
Acompañando a la tira de imágenes, se publicó un relato de Daniel Ortiz en verso, titulado Ida y vuelta y dividido en cuatro actos, en el que relata la desafortunada y cómica salida en tándem de dos amigos, uno flaco y otro gordo, por las afueras de la ciudad. Los ciclistas iban vestidos a la manera de Casas y Romeu, salvo la diferencia del jersey, que en este caso vino a ser el tradicional jersey a rallas horizontales.
La ilustración sobre estas líneas ejemplifica el vestuario estándar del ciclista de la época: gorra, jersey a rayas, pantalones bombachos, media hasta las rodillas y zapatos de corte inglés.
Dibujo original de los cuatro que forman la serie Ida y vuelta. Carboncillo y lápiz sobre papel. Publicado en la revista Hispania, febrero de 1899.
En las imágenes se veía al tándem que seguía una carricuba, un carro que lleva una bota que servía para regar el suelo; de hecho, existe otro dibujo similar en el que también aparecen dos ciclistas en sendas bicicletas que se ven obligados a seguir el paso de este vehículo. Por las explicaciones del poema, se daba a entender que no había más espacio para adelantarlo y los amigos tenían que aguantar el chapuzón de las salpicaduras.
En la siguiente imagen se veía el tándem de perfil, con ambos ciclistas tapándose las narices; según el texto, por deshechos del campo que tiraban los campesinos. Seguidamente, el tándem era atacado por perros y, a su vez, los ciclistas empleaban varas de madera para defenderse, al tiempo que levantaban las piernas para evitar ser mordidos. En la última escena los ciclistas estaban de pie, observando el lamentable estado en que había quedado el vehículo.
[De arriba hacia abajo] El carricuba. Carboncillo y lápiz grafito sobre papel, 1899.; Olores pestolientes. Carboncillo y lápiz grafito sobre papel, 1899.; El ataque de los perros. Carboncillo y lápiz grafito sobre papel 1899.; Avería Carboncillo y lápiz grafito sobre papel, 1899.
A este mismo periodo se puede atribuir un dibujo al carboncillo en el que aparecía un ciclista de espaldas. El hombre llevaba puesta una gorra, jersey a rallas verticales, bombachos y medias negras con dibujos seriados sobre el gemelo. Ignoramos si se trata de un ciclista solitario o bien era la figura del segundo conductor de un tándem. En lo que sí parece coincidir con las anteriores ilustraciones cómicas y con el gran óleo de Els Quatre Gats es en la utilización de la línea que servía de contorno en las figuras. Si bien en la tela utilizaba una línea negra, en el caso de los dibujos al carboncillo Casas ejercía más presión sobre el papel para conseguir el mismo efecto. Los fondos de las composiciones eran anecdóticos o simplemente se prescindía de ellos.
Con una temática similar, existe otro dibujo en el que un ciclista va a pie, cargando su montura sobre los hombros. El hombre se tapa la nariz con la mano derecha al pasar por delante de un hombre que está llenando con aguas residuales un pozo ciego.
Gabriel Pinós Guirao