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Jueves, mayo 30th, 2024

Apuntes y «ninots». Instantáneas realistas de Ramon Casas. (Parte IV)

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LA ETAPA DE PÈL & PLOMA

El apogeo de la obra gráfica en la producción de Ramon Casas lo alcanzó con la aparición de Pèl & Ploma. Pese a ser ideada por Miquel Utrillo, él se convirtió en el principal ilustrador presentando todo tipo de dibujos y apuntes. Sobre esta mítica revista modernista se tratará monogràficament en otro volumen, pero aquí no podemos dejar de comentar que se pueden hallar en sus páginas todo tipo de retratos femeninos que presentaban la imagen de la mujer moderna. Pero, sobre todo, destacan por encima del resto los numerosos retratos de personalidades relevantes del mundo cultural nacional, en los que demostró su dominio de la técnica académica del retrato pese a la rapidez en su ejecución.

En Montserrat. Portada de El Gato Negro, 22 de enero de 1898

Finalmente, dentro de esta secuencia de apuntes y dibujos, debemos hacer referencia a los realizados en 1900 cuando se desplazó a París para visitar la Exposición Universal, como corresponsal de Pèl & Ploma. Ya hemos comentado que Ramon Casas no era una persona a la que le gustase mucho escribir, pero lo que vio en la capital francesa le motivó a redactar una extensa carta-crónica que se publicó íntegramente en la revista barcelonesa. Junto a este esfuerzo literario, tomó numerosos apuntes, llenando diversas carpetas con todo tipo de material. El estilo de las composiciones de Casas había evolucionado, pues incluían soluciones modernas que había visto allí.

Las mujeres pintorescas se convirtieron en el tema central de esta serie en la que no queda ningún rastro de la Bohemia, demostrando haber superado su etapa de juventud y que por entonces tan solo le interesaban los lugares elegantes y estéticos. Es ahora cuando con su habilidad y rapidez captó elementos como vestidos, sombreros y complementos de moda, a los que aplicó toques de acuarela que enriquecían cromáticamente el conjunto. Y en cuanto a la representación de los ambientes de París, muchos solo intuidos y abocetados, las resolvió simplemente utilizando unas manchas de color, creando unos espacios indeterminados.

Son estas obras, a veces consideradas menores dentro de su producción en comparación a los óleos y los retratos al carbón, donde podemos apreciar al Ramon Casas más libre y personal. Por tanto, son por mérito propio un documento indispensable para estudiar la biografía del artista, ya que en ellos plasmaba lo que más le interesaba de la realidad que le rodeaba. Fue gracias a estos apuntes y «ninots», donde demostró su gran pericia técnica y su simplicidad, que se convirtió en un verdadero cronista del mundo artístico de su tiempo, legándonos unas instantáneas de sus vivencias más íntimas.

Sebastià Sánchez Sauleda.


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