Júlia —nacida «Júlia Victòria» el día 30 de junio de 1888—, fue vendedora de billetes de lotería al menos desde 1898, con apenas diez años de edad, en la esquina de la Rambla con la Plaza de Cataluña, frente a la terraza del Café Continental. Ramon Casas no frecuentaría con regularidad ese lugar hasta finales de 1904 o principios de 1905 —después de su estancia madrileña de 1904—, una vez abierta la Maison Dorée en un local contiguo al Continental (14/IX/1903), que se convirtió en el nuevo lugar de reunión de su grupo de amigos tras el cierre de Els Quatre Gats (26/VI/1903). Sánchez de Larragoiti en su biografía de Casas (1959) se atribuye el mérito de haberle presentado a Júlia, a la que él mismo habría retratado anteriormente mediante fotografía, y que rápidamente pasó a convertirse en la modelo preferida del pintor. Así lo demuestran una serie de dibujos muy similares entre sí —realizados con un propósito comercial hacia 1905-1906—, en los que Casas muestra los dos perfiles de Júlia en diferentes actitudes de medio cuerpo o cuerpo entero, siempre con un recogido bajo en el pelo. Fueron utilizados en las publicidades del Jabón Fluído Gorgot, Enciclopedia Espasa, Máquinas de coser Wertheim, Fayans Catalá, en una portada para la revistaProgreso, en un dibujo de Júlia leyendo(colección particular), y en otro para el Álbum de pintores catalanes dedicado a Alfonso XIII, donde fueron reunidos de forma apresurada algunos originales para ser regalados al rey con motivo de su matrimonio con Victoria Eugenia de Battenberg.
Ricard Salvà (Andrés Corzuelo) es el primer periodista en advertir la presencia de la muchacha vendedora de lotería en un artículo sobre la mencionada V Exposición Internacional de Arte de Barcelona (1907), que titula reveladoramente «Julia». En él se refiere a los dos retratos expuestos donde «el artista supo encarnar dos modalidades del alma de Julia: la preocupación del presente al fruncir su entrecejo y sonreír a modo de antifaz para las penillas [La Sargantain], y una sonrisa en plena dicha de vivir[La Flora]». (La Almudaina,4/X/1907). El título La Sargantain proviene sin duda de un afrancesamiento de la palabra catalana sargantana (lagartija), ya que la obra apareció titulada exactamente así: La Sargantana, en la versión catalana de la revista Forma. Su reproducción en esta publicación, editada por Utrillo y Casas, tiene además la particularidad de reflejar un estado no definitivo de la obra, aún sin firmar y con la mano izquierda de la modelo completamente visible. Esta zona se ocultaría posteriormente mediante un conjunto de pinceladas algo toscas, que vienen a restarle cierta fuerza a la figura tal vez con el ánimo de presentarla algo menos impúdica. Por lo demás, no resulta para nada extraño el uso del apodo Sargantainpara referirse a Júlia, pues Casas y Utrillo eran muy dados a utilizarlos. Así, a Casas le llamaban sus amigos íntimos Ciscuo Francisquet, a Rusiñol Mus, a Clarasó Vicentó, y a Utrillo Señor Domingo. Incluso la propia modelo parece haber entrado en el juego de la invención de apelativos, pues se conserva una postal de Casas dirigida a Júlia —de 17 de junio de 1910, cuando ya les unía una relación sentimental—, en la que el pintor firma con un nombre que bien pudo adjudicarle la modelo en la intimidad de la pareja: El Raret.
Por la cantidad de referencias que nos han llegado, parece evidente que Júlia no pasaba desapercibida en su oficio de vendedora de lotería. Francesc Cambó la recuerda en sus memorias por un breve encuentro que mantuvieron en la terraza de la Maison Dorée en julio de 1907, mientras que en 1908 es nuevamente reconocida en prensa como la modelo del cartel para los Jochs Florals de Barcelona: «Una doncella, que puede decirse que es lo que da relieve al asunto, resulta ser la billetera que generalmente sienta su expendeduría entre el Continental y la Maison Dorée, que indudablemente habrá servido de modelo al artista»(El Diluvio, 10/IV/1908). Este cartel, de extrema elegancia, se relaciona con un segundo grupo de dibujos realizados hacia 1907-1908, antes del viaje de Casas a América: uno es probablemente un boceto para otra versión del mismo cartel, con Júlia vestida con una túnica blanca anudada en su hombro izquierdo (Galeria Gothsland). Otros dos bocetos muestran a la modelo con una flor recogida en el pelo y serían proyectos para algún tipo de publicidad, con la particularidad de llevar impresa la estampilla «R. Casas»; es decir, que se encontraban sin firmar en el taller de Casas después de su muerte como material de trabajo y fueron marcados por sus testamentarios como obra original del pintor. También de este momento se han conservado sendos retratos de Júlia con dedicatorias manuscritas de Casas (colección particular y Fundación AMYC), una Júlia pintora para la portada de La Campana de Gracia, otra Mirant l’ilustració publicada en La Ilustració Catalana, y otra Reverie en la revista Hojas Selectas.
Emiliano Cano