EL MOSTRADOR DEL FAYANS CATALÀ
Revistas y azulejos se venden, desde 1903, en la barcelonesa tienda de Fayans Catalá. La firma del Fayans Catalá había sido fundada en Sabadell por el ceramista Marià Burguès en 1897 y en aquel momento, ya desvinculada de relación con la fábrica sabadellense que en 1903 había hecho quiebra, era dirigida por Santiago Segura, sobrino de Burguès. Hasta ese momento se trataba de un establecimiento en el que se vendía básicamente la producción de Burguès, una cerámica artística de estilo modernista o cerámica de inspiración historicista (de Manises, Sevilla o reflejo dorado). Segura actualiza el nombre a «Faianç Català» y, viendo la escasa salida del producto, amplía el negocio a antigüedades, objetos de regalo y perfumes; para ello fue asesorado en el primero de los apartados por Miquel Utrillo, que lo acompañaba durante sus viajes por España. Más adelante, Utrillo se convertirá también en el asesor de la galería de arte del Faianç Català, abierta en 1907.
Además no se debe olvidar el muy difundido coleccionismo de azulejos y cerámicas (especialmente góticas o de Manises) desde finales del siglo xix. Asimismo, también comienzan a aparecer los primeros estudios divulgativos sobre el azulejo catalán; Raimon Casellas adquiere una colección de estarcidos para hacer azulejos de artes y oficios que habían pertenecido al último azulejero de Barcelona en realizarlos; personajes como Alexandre de Riquer, Josep Font i Gumà, Lluís Domènech i Montaner, Antoni Maria de Gallissà, Josep Puig i Cadafalch y otros hacen de la investigación de la historia del arte catalán una fuente de inspiración, tradición que continuaran los jóvenes noucentistas. Burguès se formó con estancias de aprendizaje en centros tradicionales como Manises o Muel, con el objetivo de producir una cerámica que tenía mucha demanda tanto a nivel nacional como internacional, interesándose también por la cerámica barroca catalana.
La relación entre Casas y Segura, parece que fue estrecha. Los azulejos y las revistas Pèl & Ploma y Forma se venden en el Faianç Català; Casas expuso su obra en la galería de arte, en una relación que, seguramente, fue económicamente fructífera para los dos. En una caricatura de Lluís Bagueria, publicada en 1910 en el periódico La Actualidad, se ve a Santiago Segura sosteniendo un jarrón mientras del bolsillo le sobresalen los billetes; al fondo, en la pared, un retrato de Ramon Casas.
Santiago Segura trata de relanzar la tienda, ampliando la oferta y haciéndola más atractiva para la clientela, ofreciendo proyectos a jóvenes artistas como Xavier Nogués, Manuel Humbert o Josep Aragay, pintores que se encargaban de las imágenes que eran transferidas a la cerámica por el ceramista Francesc Quer. Quer se había formado con Burguès y compartía con él y con los jóvenes noucentistas la búsqueda de nuevos referentes estilísticos en el arte barroco de carácter más popular, naíf. Dadas las relaciones entre Segura, Utrillo y Casas, la idea nació posiblemente del tándem Segura-Utrillo, dentro de la necesidad de crear productos más atractivos para la clientela y acordes con una nueva estética que comenzaba a tener cierta popularidad, relacionada con un nombre reconocido y de ventas aseguradas como era el de Ramon Casas.
De la popularidad y la imagen de Ramon Casas, o de sus dibujos, podemos hacernos una idea con la producción de platos con dibujos de Casas impresos que hizo la confitería Llibre i Serra, platos que actuarían como publicidad de la tienda, como soporte para alguna de sus delicatessen y/o formando parte de la sección de objetos de regalo que también había en la confitería.
El primer anuncio de Faianç Català aparece en el Pèl & Ploma del 18 de noviembre de 1899, y sigue regularmente hasta febrero de 1900, que es sustituido por un segundo anuncio, los dos con dibujos de Casas. En 1900 también se empiezan a publicar artículos sobre patrimonio histórico, sobre la colección de vidrios antiguos de Alexandre de Riquer o los hierros del Cau Ferrat de Rusiñol, siendo en 1901 que la revista ya se comienza a vender en el Faianç Català. Cambios en el carácter original de la revista que nos llevan al primer anuncio de los azulejos para su venta a partir de julio de 1903. Poco después, en diciembre de 1903, la revista Pèl & Ploma desaparece; los anuncios de los azulejos continuarían en la revista Forma.
Vicente de la Fuente Bermúdez.