EL GRABADO XILOGRÁFICO, REINVENTADO
De la misma manera que se recupera el estilo y formato cerámico que se considera típico catalán, durante las primeras décadas del siglo xx vuelve a revivir el grabado al boj o xilografía. Este sistema de impresión nace en Italia en el siglo xiv, llegando a ser muy popular en Cataluña en los siglos xvii y xviii, cuando sagas familiares de artesanos xilógrafos crean todo un imaginario popular con grabados de santos, gozos y libros de bajo coste, pues las producciones más elitistas o de calidad se imprimían con la técnica de la calcografía, con la matriz o plancha de impresión metálica, que permitía una mayor calidad. Esta vertiente popular, artesana, alejada de la perfección académica, es la que hace que se considere la xilografía como propia del carácter catalán. Noucentistas como Ismael Smith, Arístides Maillol, Lluís Jou, Junceda, Xavier Nogués, Josep Obiols y otros utilizan esta técnica de grabado que había sido prácticamente abandonada en el siglo xix, entroncando con la expansión del ex libris durante el Modernisme y la recuperación de la xilografía por los impresionistas en Francia, entre otros países. De nuevo, encontramos en Faianç Català y en las Galeries Dalmau (ambos fundados por Santiago Segura) un foco de difusión de la nueva xilografía, con exposiciones de estos jóvenes artistas. Casas incorpora esta estética a parte de su obra sobre papel. Decimos estética porque lo que hace Casas es imitar con el dibujo el resultado de una estampación con una matriz de madera con el dibujo grabado al buril. Una obra personal, dibujos para amigos, tarjetas de visitas propias o membrete de papel de carta. También algún encargo como las tarjetas de visitas del fotógrafo Adolf Mas. Destaca la serie conservada en una colección particular, compuesta de cinco dibujos con la representación de un viaje en auto por España y los diferentes accidentes en carreteras, todavía no adaptadas al auto: colisiones con caballos, ataques de un toro con rejoneador incluido, etc.
Este interés de Casas por toda la estética y formas populares quizás es un nuevo posicionamiento de su parte con aquello que era más moderno; de aquí su coincidencia con la estética más innovadora del Novecentismo. No debemos olvidar que Casas, entre 1911 y 1916, expone regularmente en el Faianç Catalá en colectivas con Nonell y Mir, pero también con Aragay y otros noucentistas.
Vicente de la Fuente Bermúdez.