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Una de las imágenes emblemáticas de Casas es la de las participaciones accionariales emitidas por la empresa industrial fabricante de automóviles Hispano-Suiza, con instalaciones productivas ubicadas en Barcelona y de gran prestigio internacional. En ellas aparece el dibujo de una chauffeuse (una conductora) vestida a la usanza de los chóferes del momento: gorra, gafas de piloto (aunque en este caso se prescinde de ellas) y grandes y espesos abrigos de pieles. En el fondo de la ilustración, de perfil, se aprecia el morro de uno de los modelos de automóvil de la marca Hispano-Suiza.
La concepción de esta imagen coincide con el viaje a Madrid, con la finalidad de realizar el retrato ecuestre del rey Alfonso xııı . El 19 de enero de 1904, La Dinastía informaba: “Próximamente saldrá hacia Madrid el conocido artista Ramon Casas, quien se propone pintar un retrato del rey Alfonso xııı ”. Durante su estancia en la capital de España, Ramon Casas y Miquel Utrillo se intercambiaron varias cartas, en las que también preparaban la salida de la revista Forma, como se puede apreciar en esta misiva fechada el 29 de febrero: “Por fin, ayer a las once tuve la primera sesión, que duró cerca de una hora, y pude hacer croquis de color muy ligero, pues casi todo el tiempo lo empleamos colocándose el rey en el caballo y sacando fotografías que las hacía un ayudante del rey (…). Todavía no he recibido mi gran número de Forma ni el último de Pèl & Ploma, así es que te ruego que me lo envíes sin falta y que me cuentes algo de la exposición.” Durante aquel tiempo, Casas aprovechaba las pausas ociosas de palacio para salir en coche o realizar labores de mantenimiento. El 23 de marzo escribía de nuevo: “Sr. Miquel, hoy estoy muy atareado, con Enrich hemos desmontado el automóvil y tenemos mucho trabajo en limpiar».
Sin embargo, el documento testimonial más relevante que hemos consultado al respecto es una carta personal de Casas sin fechar, dirigida a su amigo Utrillo, que consideramos anterior al 31 de mayo. En ella Casas expone que, aprovechando otra de las pausas en su visita a la Corte, se desplazó con su coche al Alto del León, en Guadarrama. El trayecto incluía una subida tan sumamente pronunciada para las capacidades de los vehículos de aquella época que no todos lograban llegar a la cima; él sí lo consiguió, así que firmó en el álbum del Automóvil Club y realizó unas instantáneas testimoniales que se conservan hoy en día. Estas fotografías son las mismas que le sirvieron de referencia para pintar el óleo y las acciones de la Hispano-Suiza, cuya primera emisión se produjo el 14 de junio de 1904. En la carta a la que nos referimos, Ramon Casas se expresa con las siguientes palabras, contando a Utrillo su aventura en la excursión a Guadarrama: «Sr. Miquel: Acabo de recibir tres cartas, una de Eduardo y dos tuyas: por ahora parece que lo del retrato marcha bien, únicamente que, como ya se sabe, va todo muy despacio, mas una vez que haya empezado el dibujo de conjunto, ya no me apuro porque tendré bastante trabajo desde el momento que dan todas las facilidades que quiera. Hoy he visto a Sotomayor y si no fuera por el tiempo mañana comenzaría: llueve continuamente hace días, menos el domingo que hizo una buena mañana y me fui a Guadarrama, hasta el Puente del León. Es una subida muy seria; Santo Mauro la probó hace unos días con un «Dietrich» de 24 [hp] y no llegó a la cima. Firmé en el álbum del Automóvil Club y tomé algunas instantáneas; ya te las enviaré, es asombroso. (…) Ayer fui a recibir al gobernador y probablemente hoy iré a verlo; aunque lo tengo todo arreglado no estará de más ir con él a palacio. (…) y Forma, ¿cuándo sale? Acabo de recibir el talón de la tela. Adiós, mañana contestaré a Eduardo. Ramon».
El 31 de mayo de 1904, en otra carta enviada a su cuñado Eduardo, le cuenta que ganó la medalla de honor por su obra La carga, y recoge el reconocimiento del público a Enric Borrás, amigo suyo: el público se levantó varias veces durante la representación de este en el Teatro de la Comedia. Al finalizar el relato, proseguía con los hechos acontecidos en la subida automovilística de Guadarrama: “Ayer estuve al Guadarrama a ver el herido que está un poco mejor”. Meses después, el 14 de febrero de 1905, en otra carta dirigida a su amigo Utrillo, le narraba: “Lo del Escorial parece ser que se resolverá pronto porque hoy he tenido que ir al juzgado, donde me han dicho que en el plazo de 10 días debo nombrar abogado y procurador; eso significa que la vista será pronto. Por ahora, lo de las 20.000 pelas se ha quedado en el aire porque en mi casa declaramos que yo no tenía una peseta y que vivía de mi oficio. Aquí si vienen tampoco podrán nada, porque está todo a nombre de otro y yo paso por huésped. Polavieja, guapo, sin venir».
Meses más tarde, el 24 de febrero, decía: “De El Escorial, nada nuevo. El retrato del rey a caballo ya se acaba, dentro de 8 o 10 días lo envío.»