AUTO-GARAJE CENTRAL
Paco Abadal fue un laureado sportsman que inició su pasión por el ciclismo y acabó erigiéndose como uno de los carroceros de referencia. Como se ha anticipado en el viaje de París-Barcelona con el DELAUNAY-BELLEVILLE, los fabricantes entregaban el coche con el chasis, motor y demás componentes mecánicos. Era posteriormente el cliente quien personalizaba la carrocería en función de sus necesidades.
Abadal encargó a Casas el cartel del Auto-Garaje Central. Una obra en la que se veía a una mujer conduciendo un ducommun de color rojo con tres palancas.[1] Al pie, ocupando una cuarta parte de la composición, se anunciaba por escrito los servicios del Garaje. Abadal inició la actividad de carrocero en 1912 con chasis de su propia marca, Abadal y Cia, así como para modelos de HISPANO-SUIZA, DELAUNAY-BELLEVILLE, DELAHAYE, PANHARD & LEVASSOR, ELIZALDE…
HISPANO-SUIZA 15/45 hp ALFONSO XIII DE CHASIS LARGO
Hacia 1910 empezó la comercialización del HISPANO-SUIZA Alfonso XIII, considerado el primer coche deportivo de serie de la historia de la automoción. Su producción se dilató hasta 1914, aunque se vendieron estos modelos hasta 1920. Su éxito en las carreras automovilísticas de 1911 y la denominación del rey permitieron impulsar la marca a un mercado internacional. Se conservó solo una fotografía en la que se veía a Casas conducir este modelo, que podría ser de 1913, año en el que Júlia se fue a vivir con el pintor al nuevo domicilio de la calle Descartes.[2]
A la fotografía mostrada sobre estas líneas podemos reconocer el pintor Ramon Casas al volante del potente HISPANO-SUIZA Alfonso XIII de chasis largo que adquirió. A su lado, acompañándolo, está su sobrino Santiago Codina Casas.
BUICK
Abadal había emprendido una alianza con el fabricante de los imperia para fabricar sus chasis y carrozarlos en Barcelona para comercializar sus propios automóviles que, por cierto, tuvieron muy buena acogida en el mercado europeo. La Primera Guerra Mundial trajo consigo un paro abrupto en la industria y todo tipo importaciones de los países europeos y, con ello, el fin de aquella aventura empresarial. En noviembre de 1916, Abadal consiguió pactar una alianza con la General Motors Export Company de Nueva York para que ésta le cediera la agencia para España e islas. De esta manera, BUICK, una de las marcas de la General Motors y 125.000 unidades producidas al año, entró en el mercado español con carrocerías Abadal y bajo la marca ABADAL-BUICK.
En 1919, los vehículos se comercializarían sencillamente bajo la denominación BUICK.
Fue a partir de este momento que se volvió a encontrar nuevas adquisiciones automovilísticas en la vida de Ramon Casas. El 28 de febrero de 1923 adquirió a Abadal un BUICK Sedán de 25 hp, 6 cilindros y 6 velocidades, con matrícula B-10036 y una carrocería habilitada para cuatro personas.[3]
Al año siguiente, volvió a adquirir otro BUICK Sedán de 27 hp, 6 cilindros y 5 velocidades. La carrocería permitía viajar a cinco pasajeros y llevaba la matrícula B-15536.[4]
HUPP
Tras la pérdida de representación de BUICK para toda España, Abadal firmó en 1928 un acuerdo con otra empresa norteamericana: Hupp Motor Company. Un año más tarde, Abadal ejercía una hazaña con los nuevos HUPP, realizando veinte veces el recorrido de Monistrol a Montserrat. Fue el mismo año en que Casas adquiriría su último automóvil: un HUPP Sedán con matrícula B-40896. El coche se matriculó el 15 de noviembre de 1929, su motor era de 28,4 hp, 8 cilindros y cambio automático. La carrocería tenía capacidad solo para tres asientos.[5]
El HUPP fue el último automóvil de Casas; el 29 de febrero de 1932 fallecería a la edad de 66 años y trece vehículos documentados en su haber. Cabe destacar que desde la Gran Guerra a bien entrados los años 20, apenas se conocieron más adquisiciones. Aunque fue bien sabido que tanto la producción como exportación de materias se paró tajantemente debido al conflicto bélico.
Antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, Casas poseía el DELAUNAY-BELLEVILLE y el HOTCHKISS, con matrículas B-105 y B-109 respectivamente; seguidamente, se constató la existencia del HISPANO-SUIZA Alfonso XIII y de ahí un gran lapso hasta 1923, fecha en la que adquirió el primer BUICK de matrícula B-10036. Si bien es cierto que solo en 1903 ya atesoraba cuatro vehículos en su garaje y que la adquisición de vehículos fue igual de frenética que su pasión al volante de ellos,[6] parece razonable que esta pauta se mantuviera en el tiempo, tal como confirman las tres últimas adquisiciones de los años 20.
- Existe una fotografía en la que se pudo identificar a Raimon Casellas, sentado en los asientos traseros de este modelo.
- Júlia se casó con Casas en 1922. Lamentablemente, existe escasa documentación o archivos fotográficos de ese periodo hasta la defunción del artista, en 1932. Si bien, las ramas familiares han podido conservar o recomprar parte de aquel legado, se desconoce el paradero de la mayoría de enseres personales desde la etapa de la casa de Descartes.
- El vehículo se vendió cinco años después a Matías Puig Arieta, El vehículo se dio de baja de circulación por incumplimiento del Decreto de 23 de septiembre de 1939.
- Amado Casajuana figura como último propietario de este vehículo, el 18 de junio de 1936. El vehículo se dio de baja de circulación por incumplimiento del Decreto de 23 de septiembre de 1939.
- En 1933 se vendió a Feliu Pagés Busté. Como sucedió con los dos últimos vehículos, se dio de baja de circulación por incumplimiento del Decreto de 23 de septiembre de 1939.
- En 1928 Miquel Sarmiento relataba que «El automóvil es el “enemigo”. Los devotos de Casas deben de mirar con aversión, con odio, ese aparato que roba tantas horas, tantos días al artista. Y, sin embargo, también al automóvil hay que agradecer algunos trabajos de Casas (…)»; El Liberal, Palma de Mallorca, 28 de marzo de 1904.
Gabriel Pinós Guirao