Ramon Casas, como se ha comentado, es un buen transmisor de la crónica social a lo largo de toda su vida. En este sentido no solo transmite sucesos históricos de importancia, sino que también sabe captar cada una de esas pequeñas actividades del día a día, entre las que podemos destacar las fiestas religiosas, populares y tradicionales de todo el país. También podemos observar fiestas singulares como el vuelo de globos aerostáticos o una simple salida a la playa. Por lo que respecta a fiestas o actos musicales, Casas pinta desde bailes modernos contemporáneos, sevillanas, sardanas, encuentros de amigos para escuchar música o grandes representaciones en el Gran Teatre del Liceu.
En el dibujo, Ramon Casas representa un espectáculo de despegue de globo aerostático con asistencia multitudinaria que, probablemente, tuvo lugar en Barcelona.
Concurs de Pél&Ploma pera’l sigle XX. Tinta, lápiz grafico y acuarela sobre papel, 1901. Publicado en la revista Pèl&Ploma, 1 de enero de 1901.
Un ejemplo de cómo Casas trata los ambientes de multitudes. La escena muestra a las niñas vestidas de blanco saliendo de la iglesia de Santa Maria del Mar. después de recibir la primera comunión.
Salida de la procesión del Corpus. Óleo sobre tela, 1896-1898.
La religión y la Iglesia estaban bien integradas dentro de la sociedad del momento y eso queda también bien incorporado en obras con sus correspondientes estudios preparatorios, como Sortida de la processó de Santa Maria del Mar [Salida de la procesión de Santa María del Mar] de 1898, donde se observa la gran concentración de público y al fondo las casas de la calle de la Argenteria. Esta procesión nos muestra el acto de las primeras comuniones que Casas también nos sabe representar en forma de retratos, como el de su sobrina Catalina Nieto Casas. Otra fiesta popular catalana que Ramon Casas dibuja en varias ocasiones es la fiesta de Pascua y, en especial, la representación de las caramelles, que son canciones y bailes típicos para celebrar la resurrección de Jesucristo. Casas también nos deja dibujada la fiesta de carnaval, donde se observa una multitud disfrazada en medio de la fiesta y la diversión.
Casas también nos muestra varias localizaciones de espacios donde la población iba a distraerse y a formalizar su vida social, especialmente entre la burguesía. Un punto importante es el hipódromo de Can Tunis (originariamente Casa Antúnez), situado en el pueblo de Santa Maria de Sants; estuvo en funcionamiento entre los años 1883 y 1934. Los Casas asistían al lugar con regularidad, como lo demuestran los retratos de sus familiares en este emplazamiento. Casas también pinta varias plazas de toros, entre las que es necesario destacar la desaparecida plaza de toros de la Fuente del Berro de Madrid, también conocida como plaza de Goya por ser el nombre de la calle donde estaba situada, la cual existió entre los años 1874 y 1934.
Una pintura que Ramon Casas que muestra el hipódromo de Can Tunis, un destacado lugar de encuentro de la aristocracia y la burguesía catalana. El pintor en esta obra de fe de la asistencia multitudinaria de aquel momento a las carreras de caballos.
En el hipódromo. Óleo sobre tela, 1899-1901
En estas dos obras podemos comparar dos fragmentos de dos pinturas diferentes de Ramon Casas: ambos presentan la misma estructura formal de los personajes ecuestres de los guardias civiles, vestidos con el uniforme de gran gala.
[Arriba] Alfonso XIII inaugura las regatas. Óleo sobre tela, 1888.
[Abajo] Entrada en la plaza de toros de Madrid. Óleo sobre tela, 1886.
Ramon Casas, como barcelonés, nos muestra en su obra diferentes espacios de su ciudad, como el puerto, el club náutico, el passeig de Gràcia, etc. Uno de los puntos emblemáticos de Barcelona, que Casas representa en 1900, es la plaza del Portal de la Pau, situado al final de les Rambles, donde se sitúa el monumento dedicado a Cristóbal Colón. Éste fue construido en 1888 gracias a la Exposición Universal de Barcelona, que substituyó el monumento de 1876 de Antoni Rovira Trias dedicado a la Paz, erigido para celebrar el final de la tercera y última guerra carlista. Tenemos que destacar que el vocalsecretario de la Comisión Central Ejecutiva para la construcción del monumento de Cristóbal Colón fue Carles Pirozzini Martí, a quien Casas retrató años después. Precisamente, la Exposición Universal de Barcelona fue representada en varias ocasiones como la obra Festividad en el Puerto de Barcelona, de 1888, donde se observa una celebración a la que asistió la reina regente María Cristina con su hijo Alfonso XIII. La Exposición Universal se celebró entre los meses de abril y diciembre de 1888 y significó una importante transformación de la ciudad de Barcelona. No tenemos que olvidar que Casas también nos representa en varias ocasiones la Exposición Universal de París del año 1900.
Hay obras de Casas que son verdaderos iconos de la crónica social y de la pintura como La càrrega [La carga] (1899-1902), donde se observa la represión de la Guardia Civil delante de la ciudadanía barcelonesa. Gracias a la representación de la iglesia de Santa Maria del Mar, podemos afirmar que la ubicación del cuadro es la ciudad de Barcelona. Años después, en 1910, el pintor nos muestra una segunda Càrrega representada en la plaza Major de Vic, donde se observa el inicio de la estrecha calle de los Argenters en el centro de la obra.
Esta crónica de la situación represiva de las fuerzas del orden contra la población no es exclusiva de Ramon Casas, sino que otros pintores de la época también se hacen eco, como su amigo Francesc Sardà Làdico en una obra publicada en el semanario satírico L’Esquella de la Torratxa. La amistad y buena relación de los dos pintores sobre todo quedó patente en el fantástico retrato de 1893 que Casas ofreció a su hermana, Maria Sardà Làdico, conocido como Nena Sardà [Niña Sardà], que desgraciadamente murió de forma prematura en 1906.
[Arriba] La càrrega. Óleo sobre tela, 1899 (Firmado en 1903).
[Abajo] La càrrega (Segunda versión). Óleo sobre tela, 1990.
Jordi Sánchez i Ruiz