Charles Deering (1852-1927) era el primogénito de una próspera familia de industriales norteamericanos que consiguieron el éxito empresarial y económico con la fabricación de maquinaria agrícola. Sus pasos se encaminaban hacia el negocio familiar pero con dieciséis años, influido por las heroicas historias de militares acontecidas durante la Guerra de Secesión (1861-1865) y las ansias de libertad, decidió romper con todo y alistarse en la Armada. Los viajes que realizó con el ejército le permitieron descubrir nuevas culturas y fueron decisivos en su futuro como coleccionista.
Pese a tener una carrera militar prometedora y ser uno de los mejores alumnos de la academiade Annapolis —hecho que le permitió estar destinado en los buques insignia de la Armada en Europa y Oriente—. En 1881 se vio obligado a renunciar para ocupar un puesto de directivo en la empresa familiar junto a su hermanastro James. Los dos jóvenes aportaron una nueva visión al negocio y marcaron el inicio de una época de prosperidad que culminó en 1902 con la creación de la International Harvester Company, un trust nacido de la fusión con sus principales competidores. Su nueva posición social —ocupó el cargo de presidente desde 1904 hasta 1918— le permitió perseverar en el coleccionismo de arte, viajar por todo el mundo y asistir a las Exposiciones Universales, uno de sus destinos preferidos. Fue en estos grandes eventos donde tejió una red de contactos que le reportaron cuantiosos beneficios empresariales y, a la vez, le proporcionaron un conocimiento directo de las novedades artísticas que allí se presentaban.
Paralelamente al ascenso profesional de Deering, en el ámbito catalán Ramon Casas comenzaba a despuntar dentro del mundo artístico. Formado en París con Carolus Duran (1837-1917) y con Henri Gervex (1852-1929), vivió intensamente con Santiago Rusiñol la bohemia artística de la capital francesa. A su retorno a Barcelona, colaboró activamente en la creación de Els Quatre Gats y hacia 1900 su fama se había consolidado tanto en Barcelona como en el extranjero. Precisamente fue en uno de estos eventos mundiales cuando el americano descubrió la obra de Casas. En 1893, el pintor decidió enviar dos cuadros, Escollint un llibre [Eligiendo un libro] (c. 1891, colección particular) y El bohemi (Retrat d’Erik Satie) [El bohemio. Retrato de Erik Satie] (c. 1892, Northwestern Library), a la World Columbian Exhibition que se celebraba en Chicago. El industrial quedó fascinado por su estilo y posteriormente, siguiendo las recomendaciones del sueco Anders Leonard Zorn (1860-1920), adquirió el lienzo que representaba al músico francés.
Sebastià Sánchez